Dixo el lobo çerval: dizen que era una garça, et avía fecho su nido en una ribera muy viçiosa do avía muchas truchas. et envegeçió et non podía pescar, et ovo fambre, et trabajóse de engañar a aquellas truchas et aquel pescado, et demostró muy grant tristeza et cuidado. Et viola un cangrejo de alueñe, vinose para ella e dixole -¿qué as, que estás triste et cuidosa?
Dixo ella: - Más mal que bien. Yo solía bevir de las truchas, et acaesçió oy que vi dos pescadores venir a este nuestro lugar, et dixo el uno al otro: «¿Por qué non echamos alguna vez la red aquestas truchas que son en aqueste lugar?»
Dixo el otro: - Mas vayamos a un lugar que yo sé, do ay muchas truchas, et començemos y, et desí vengamos acá et abarrerlas hemos.
Et yo sé que si ellos oviesen ya acabado de pescar aquellas a que fueron, que ya tornados serían, et non fincaría aquí ninguna que las non pesque; et en esto es mi muerte, e mi desfalleçimiento.
Et fuese el cangrejo a todas las truchas et pescados, e fízogelo saber; et viniéronse todas para ella, et dixiéronle: -Venimos nós; para ti que nos consejes, ca el omne entendido non dexa de consejar con su enemigo seyendo de buen consejo, en las cosas que se puede dél ayudar. Et en bevir nós, as tú pro, et bien puedes consejarnos.
Díxoles: - Nós non le podemos contrastar; mas yo sé un lugar de un piélago muy grande, do ha mucha agua et mucho bien. Et, si vos quisierdes, vayámosnos allá, ca en esto vos yace pro et salud.
Dixieron ellas: ¿Et quién nos fará este bien si non tú?
Dixo ella: «Fazerlo he a honra de vos.»
Començó a levar dellas dos a dos cada día, e levávalas a una ribera e comíalas. Et vínose a ella el cangrejo, et díxole: -Yo miedo he en este lugar, et si tú me levares farías bien.
Llevólo fasta que llegó al lugar do las comía, et vido el cangrejo las espinas de las truchas ayuntadas. Entendió que ella las comía et que otro tal quería fazer a él, et dixo en su coraçón: -Quando el omne se falla con su enemigo en los lugares do sabe que lo matará, deve lidiar con él por honra o por guarda de sí, querer vencer o non; et non sele omille nin se le meta en poder.
Et travó con sus tenazas al cuello de la garça, et apretóla tanto que la mató. Desí tornóse el cangrejo a las truchas, et díxoles las nuevas de la garça et de las truchas que levava cada día et las comía, et que la avía muerta, et moráronse en su lugar.
Dixo ella: - Más mal que bien. Yo solía bevir de las truchas, et acaesçió oy que vi dos pescadores venir a este nuestro lugar, et dixo el uno al otro: «¿Por qué non echamos alguna vez la red aquestas truchas que son en aqueste lugar?»
Dixo el otro: - Mas vayamos a un lugar que yo sé, do ay muchas truchas, et començemos y, et desí vengamos acá et abarrerlas hemos.
Et yo sé que si ellos oviesen ya acabado de pescar aquellas a que fueron, que ya tornados serían, et non fincaría aquí ninguna que las non pesque; et en esto es mi muerte, e mi desfalleçimiento.
Et fuese el cangrejo a todas las truchas et pescados, e fízogelo saber; et viniéronse todas para ella, et dixiéronle: -Venimos nós; para ti que nos consejes, ca el omne entendido non dexa de consejar con su enemigo seyendo de buen consejo, en las cosas que se puede dél ayudar. Et en bevir nós, as tú pro, et bien puedes consejarnos.
Díxoles: - Nós non le podemos contrastar; mas yo sé un lugar de un piélago muy grande, do ha mucha agua et mucho bien. Et, si vos quisierdes, vayámosnos allá, ca en esto vos yace pro et salud.
Dixieron ellas: ¿Et quién nos fará este bien si non tú?
Dixo ella: «Fazerlo he a honra de vos.»
Començó a levar dellas dos a dos cada día, e levávalas a una ribera e comíalas. Et vínose a ella el cangrejo, et díxole: -Yo miedo he en este lugar, et si tú me levares farías bien.
Llevólo fasta que llegó al lugar do las comía, et vido el cangrejo las espinas de las truchas ayuntadas. Entendió que ella las comía et que otro tal quería fazer a él, et dixo en su coraçón: -Quando el omne se falla con su enemigo en los lugares do sabe que lo matará, deve lidiar con él por honra o por guarda de sí, querer vencer o non; et non sele omille nin se le meta en poder.
Et travó con sus tenazas al cuello de la garça, et apretóla tanto que la mató. Desí tornóse el cangrejo a las truchas, et díxoles las nuevas de la garça et de las truchas que levava cada día et las comía, et que la avía muerta, et moráronse en su lugar.
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